Marzo 2017 - Tres Valles La Alberca


Y llegó el primer gran reto de 2017, fin de semana incluido con la compañía de Eva, ayudándome a que fuera lo más llevadero posible e intentando sacar alguna que otra foto, área donde debe mejorar, sin duda :)

La verdad es que la carrera me tenía totalmente nerviosito desde días antes, la distancia, 36 kms y el desnivel, +2100 metros, nunca hecho por mi hasta la fecha, la subida a La Peña de Francia, la cual conozco (la Peña, no la subida :) ), de cuando estuve turisteando por la zona cuando solo me movía en coche...bueno, en general, un montón de cosas que me imponía ese estado de nervios, respeto, puntito de miedo o temerosidad que nunca hay que perder ante ninguna prueba...y preparando el equipo, que no tiene desperdicio:



Con el recorrido más que estudiado, tres grandes subidas y dos grandes bajadas, recorriendo el Valle de las Batuecas y ascendiendo, además de la Peña de Francia, lo que denominan en la zona Magnetotermia, y sin duda, algo especial tiene, cuando te encuentras allá arriba después del esfuerzo de haberlo recorrido.



Siempre digo lo mismo, experiencia increíble, con mis historias, que no serían tales sino me dedicara cada día más a esto de correr, a esta locura, que me da la vida sin duda alguna, que cambio xD.

El día anterior a la carrera nos enganchamos, además de con los amigos del club que también habían venido a correr, al briefing y la charla previa realizado pro Jokin Lizeaga, un completo desconocido por mi parte (no utiliza redes sociales, por lo que tengo disculpa), pero que tras la charla, hizo en mi tener una admiración por él impresionante, sin duda, muy sabios consejos para el futuro, y gran charla de un grande, y del que a la postre sería el gran tapado de la carrera, que viniendo de una lesión considerable, arrasó en la prueba cuando nadie contaba con él, todo el mundo dio como favorito a Miguel Heras, qué quedó segundo.

En la salida, con frío, pero el día despejado, aunque muchas nubes se veían en la Peña de Francia, el día estaba que no sabía que hacer, lo mismo llovía o lo mismo no, al final hizo de todo, pero debo considerar que en la carrera me libre de una buena chupa de agua que si había caído en La Alberca antes de que llegara a meta :)

Y el speaker animando la carrera, Depa, conocido en este mundillo, sin parar de hablar con los favoritos:

 
En la foto podéis ver a los favoritos, Jokin, de azul sin mangas en el centro de la foto fue quien ganó, Miguel Heras a la derecha del todo de blanco dado la vuelta, y a la izquierda se puede ver al americano, Tommy Rivers Puzey, al lado del fotógrafo, que no lo pasó muy bien al final de la carrera aunque empezó a muerte, un fuera de serie el tío.
 
Y yo en el mogollón, con mis compañeros, deseando comenzar la carrera, en esa maravilla de lugar, La Alberca y la Sierra de Francia, por delante, el reto para el que me había preparado a conciencia, y seguro que me iba a salir bien.
 
 
 
Y aquí la salida:
 
 
 
Que gran foto se marcó Eva, lo mismo lo hizo a posta :), pero mola, ehhh????
 
Y después de llanear un poquito, incluso algo de bajadilla, lo que hizo que algunos fueran como locos con todo lo que quedaba, empezó la primera de las subidas, al Santuario de la Peña de Francia, idealizado sin duda por mí, y que resultó ser mucho menos de lo esperado, claro está, estaba al comienzo de la carrera con las fuerzas intactas, la pena fue llegar arriba con niebla y no ver lo majestuoso que es, marcando toda la Sierra de Francia, tras llegar y atravesar el Santuario se inicia la bajada, trepidante, más de mil metros negativos en unos cuantos kilómetros, intentando guardar fuerzas para lo que queda, hay que regular, es algo que traigo aprendido pero no entrenado, y al final de la bajada empiezo a notar un pelín de dolor en la rodilla izquierda, pero no en el mismo sitio donde tenía el dolor a comienzos de año, sino en el extensor, lo más seguro que fuera la fascialata, que como su nombre indica, da mucha lata a los corredores, en las subidas molestaba poco o nada, en el llano no tenía problemas (aunque casi no había llano), pero en las bajadas, poco a poco, el dolor iría en aumento. En esa bajada, de forma inesperada, me encontré a unos de los culpables de estar en esta locura de las carreras por montaña, antiguo compañero de trabajo, miembro de mi club, y con quien hasta ahora no había coincidido en carrera alguna, José Manuel, antiguo compañero de trabajo también compañero de fatigas en el Fisio, que fue donde nos volvimos a encontrar, yo por mis problemas de espalda (cada vez más olvidados) y el por descargar piernas. Me pareció muy raro que yo le pillará o que fuera a su ritmo en esta carrera, pues a su lado no tengo nada que hacer, me queda mucho recorrido (bueno, llevo poco más de un año), la razón era que se había golpeado el tobillo que ya traía algo tocado y relajó el ritmo notablemente, tras un rato acompañándolo continué, más adelante nos volvimos a encontrar y recorrimos unos cuantos kilómetros en el Valle de las Batuecas fabulosos.
 
Una vez terminada la bajada, pues empieza la segunda subida, a Magnetotermia, precedido de un gran cortafuegos, que me hizo recordar al Cortafuegos de la Muerte en Robledillo:
 
 
 

 
 
Si los tengo que valorar me pareció de mayor dificultad este de Tres Valles porque es algo más largo y con la misma pendiente, pero sobre todo porque cuando lo terminas, miras hacia la montaña Magnetotermia y ves una imagen espectacular, gran mole de rocas gigantes, tonto de mí, que pensé que una vez llegada la cima del cortafuegos ya estaría la subida ya bajar de nuevo, pues no, empecé a fijar la mirada al fondo de la roca y empecé a ver seres diminutos ascendiendo por ella, y me dije, leches (bueno, realmente dije un taco :) ), si hay que seguir subiendo y coronar, aquí es cuando se te cae todo a los pies, lo bueno de todo es que la rodilla dejó de molestarme por completo, era subida, y olvidarme de ese dolor me hizo seguir subiendo, a buen ritmo y disfrutando, porque las rocas me encantan, a pesar de la dureza del recorrido con su verticalidad y después de haber subido todo el cortafuegos.
 
Aquí os dejo una imagen que muestra el cortafuegos, y encima del mismo Magnetotermía, decir que en carrera, la perspectiva te tapa la cumbre, casi mejor, aunque al final te la encuentras y es lo que hay, no queda otra que subirla, y nos os dejéis engañar, el comienzo del cortafuegos parece plano, pero solo lo parece :)
 

Y este es el trocito de montaña que hay desde el cortafuegos hasta la cumbre, piedras cada vez más grandes...

 
 
Una vez en la cima, algo de llaneo por la cara posterior de la montaña e inicio de una bajada hasta el avituallamiento y punto de corte, donde había que decidir si querías seguir o no (si llegas con tiempo, porque sino te echan de la carrera), llegué bien, aunque el pequeño descenso hasta ese punto hizo que apareciera de nuevo el dolor de rodilla, y junto al miedo que habían metido en el briefing relativo al Valle de las Batuecas, que era lo que tocaba, donde si tienes un problema hay que tener en cuenta que el rescate puede llevar horas por lo inaccesible de la zona.
 
En el avituallamiento me quedé algo más de tiempo de lo que suelo hacerlo, quizás esperando a mi compañero José Manuel, que venía cerca, en parte para ver como iba con su tobillo, y en parte, porque ese miedo o temerosidad que siempre hay que tener, lo idealizado del valle, con su bajada súper técnica, y mi dolor de rodilla lanzaban a mi conciencia mensajes de, mejor bajar con alguien conocido que lanzarte solo a la aventura...y así lo hice, el valor aumenta cuando vas acompañado, o la temeridad :)
 
Él con su dolor en el tobillo que había mejorado algo, y yo con mi dolor en la rodilla, nos lanzamos al Valle de las Batuecas, de forma tranquila y sosegada, detrás de nosotros un poco de grupetta, yo pensaba que íbamos muy lentos, pero no pedían adelantar en ningún momento, por lo que todos juntos hasta pasar las zonas más técnicas, unos cuantos kilómetros donde correr mucho podía tener consecuencias (que se lo digan a David López Castán, que se retiró por un costalazo), había algún paso complicado donde las cuerdas puestas por las organización ayudaban notablemente, incluso en un paso por el río, eran los bomberos quienes te ayudaban a subir un gran bloque de piedra, no quiero saber como terminaron los brazos de los bomberos :)
 
Pasadas las zonas más técnicas, y después de notar la gran diferencia de temperatura de Magnetotermia (donde me puse el cortavientos) y el Valle, donde te podías meter en el agua del calor que hacía, el dolor se impuso, dejé que me pasaran y me quedé definitivamente solo en ese llaneo-bajadilla hasta el Monasterio de las Batuecas, lugar donde comenzaría la última de las subidas, hasta allí el dolor fue increscendo, pero bajando el ritmo conseguí llegar bien, de hecho me llovió algo durante ese camino, algo que me vino muy bien para refrescarme.
 
Y llegaron los puertitos, la última subida antes de enfilar la última bajada de un par de kilómetros a meta, pero que subida, otros 600 metros de desnivel, donde la rodilla, incluso hacia arriba ya decía basta, pero ya sabéis, el empeño por terminar sea como sea, nos hace ser muy brutos, y este era mi reto, disfrutar el camino y terminar la carrera, así que, a pesar de que el ritmo era muy bajo en la última subida, me lo tomé con la debida calma y todo p'arriba, ni que decir tiene que llegué arriba, casi llorando de dolor, y no es excusa, por que no la hay, fue decisión propia, una vez arriba, en el avituallamiento me tiré en brazos del tío de la Cruz Roja rogándole que me dopara con Réflex :) para aguantar los 2 kilómetros que quedaban, que eran hacia abajo para llegar a La Alberca, pero justo cuesta abajo es cuando más me dolía, bajé andando a duras penas, y solo corrí el último kilómetro muy lento para llegar a meta, a la plaza de La Alberca, que estaba impresionante, con la satisfacción del reto conseguido, con mi medalla de madera :), con Eva esperándome, y sin poder andar:
 


 
 
Como podéis ver, el tiempo real fue de 6 horas, aunque lo marcado en la foto es el tiempo en movimiento, el resto fue descanso obligado por la rodilla en varios momentos de la carrera.
 
Lo curioso es que pasadas un par de horas me dejó de doler y hasta hoy, nunca más salió el dolor, aunque las fotos muestran alegría, por dentro me reconcomía de dolor :), pero pelillos a la mar, menuda carrera, que lugar, que ambiente, que pasada, de ahí al siguiente reto un par de meses, pero esa vendrá en otro post.
 
Gran organización, el camino totalmente señalizado, sin pérdida posible, muy buenos avituallamientos, y un gran fin de semana donde te tenían entretenido con muchas actividades, y de paso, visita a la zona, de donde me traje miel y polen para un buen tiempo :)


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