2017 Septiembre - Trekking Picos de Europa


Pues sí, por fin hemos podido recorrer una buena parte de los Picos de Europa en plan trekking en una ruta considerada bastante larga, fueron tres días increíbles pasando por refugios, nueva experiencia para nosotros, que nos permitió saborear Picos de Europa en estado puro. Este post será extenso al contener tres días completos de trekking, aunque contiene también muchas fotos para hacerlo más ameno.

La imagen de portada lo dice todo, desde el primer refugio (Collado Jermoso) con los riscos al fondo que deberíamos pasar al levantarnos en el segundo día, sin duda, toda una aventura...y odisea :)

Estos tres días de trekking los metimos en una semana de vacaciones, con un previo que pasamos en el Parador de Fuente De y un post que pasamos en Posada Máximo en Espinama, disfrutando igualmente en todo momento con algo de playita y algo de carreritas (tú ya sabes :) ).

El primer día de arranque quedamos en Fuente Dé con el que iba a ser nuestro guía y apoyo fundamental los días que componen la ruta, Andrés de la Torre, de Guías Picos de Europa, de entre todas las opciones que vimos antes de empezar, no dudamos en escoger la que nos proponía Andrés con salida y llegada en Fuente De.

La ruta de salida sería Fuente De - Collado Jermoso, y ya incluía una buena parte de ruta que no conocíamos, iniciando la entrada por los Tornos de Liordes, una subida fuerte para comenzar, que desde la ventana del parador se veía como algo imposible de realizar, que se lo digan a Eva, cuando terminamos la subida y estábamos en la Vega del Liordes no nos habíamos enterado de lo complicado y peligrosa que parecía la subida, como suele pasar, desde fuera siempre se pinta peor que desde dentro, aunque siempre con respeto.

De toda la subida me encantó Peña Remoña con sus terrazas típicas que siempre había visto desde el Balcón del Teleférico, ahora las tenía al lado, impresionantes:


Estábamos fuertes, la subida fue un no parar, Andrés se preocupaba de hacernos guardas fuerzas, pues se avecinaban días duros, la dificultad de lo que habíamos hecho hasta ahora respecto a esta aventura radicaba principalmente en que iban a ser varios días seguidos de ruta exigente descansando en refugios (si es que consiguiamos dormir) y había que guardar para los siguientes días.

Una vez terminados los Tornos de Liordes se llega a la Vega del Liordes, inmensa, impresionante, de increíble belleza, donde ya habíamos estado también con nuestro amigo Enrique (Lerones) hace tiempo, esta parte central de la ruta del primer día era terreno conocido para nosotros, pero no por ello dejaba de ser una maravilla para nuestros ojos:




Con un pequeño descanso para reponer fuerzas con algo de comida, carretera y manta hacía el refugio, aunque todavía quedaba subida, esta sería más placentera, y la realidad es que estaba deseando llegar hasta el punto desde donde se divisa el refugio, pues está colgado en un collado (muy Jermoso jajajjajaja), siempre viendo fotos del refugio, mucha gente llegando allí para saborear la cerveza de su grifo, inaudito en un refugio, y por fin iba a estar yo allí.

En el camino hacia el refugio nos llamó la atención el típico acompañante de estas rutas, el rebeco, los cuales estaban bastante cerca de nosotros, algo raro pero digno de apreciar, también cerca un buitre por si alguno nos quedábamos por allí:





A nuestra espalda otro pico fácil de subir, aunque todavía no he tenido el gusto de hacerlo, seguro que en breve, se trata de la Padierna, con una vista nueva para mi desde esta perspectiva:


Y al lío, sube que te sube buscando el punto culminante de vista del refugio, la verdad es no podía dejar de disparar fotos:





Todo este paisaje que pasa por nuestros pies es ya nuevo para nosotros, imposible cerrar los ojos, una vez llegados al collado se abre a nosotros el refugio de Collado Jermoso, una estampa impresionante:







Es indescriptible la estampa, ya con ganas de llegar, pues llevamos un día completito, que para ser el primero no está nada mal, una vez llegados al refugio toca descansar y enterarse de todo, para nosotros era la primera vez y será la primera noche que pasamos de esta forma, todo es nuevo para nosotros, destacar la atención que recibimos por parte del personal del refugio, total amabilidad y preocupación para que estemos bien, podíamos pensar que ayudaba el hecho de que Andrés los conociera bien, pero que va, eran así con todo el mundo, algo digno de apreciar.

Una vez instalados y acomodados, toca cenar e intentar ver el atardecer que nos ofrece la zona, todo el mundo comentó que es impresionante, pero siempre hay que tener suerte de que se pueda ver, pero lo dicho, lo primero es cenar, y que cena, recuerdo principalmente las lentejas que nos pusieron, dos platitos que me metí entre pecho y espalda, jajajaja, pero vamos, todo perfecto y en compañía de otro montón de montañeros que estábamos allí reunidos en una única mesa, toda una experiencia.

Y después de la cena, toca coger la cámara y subir al collado para ver el atardecer, y tengo que decir que sí, que hemos tenido suerte, lo podéis ver en las fotos siguientes, sin palabras:















Ni que decir tiene que en el momento de acostarme lo único que teníamos en mente Eva y yo era ese atardecer y mar de nubes que habíamos observado, no hemos parado de escuchar a todo el mundo que, ya solo por eso, merecía la pena el viaje, y que verdad más grande era.

Y bueno, lo de dormir, dormir, ..., poco y mal, la falta de costumbre es lo que tiene, y eso que estuvimos bastante cómodos al no estar el refugio totalmente lleno, que hizo disponer de más espacio del previsto, pero lo dicho, apenas hemos dormido nada, y con las primeras luces de la mañana tocaba levantarse para afrontar el día más duro, que nos llevaría hasta el refugio del Urriellu, lugar donde ya hemos estado llegando desde Pandébano, pero no sabíamos lo que teníamos por delante para llegar desde Collado Jermoso.

Andrés decidió cambiar la ruta para ir por la Palanca en lugar de por Tiro Callejo, cuyo paso estaba muy complicado, la ruta se haría un pelín más larga pero más segura, y al final se pasaba por los mismos sitios, una vez pasada la Palanca (o el Tiro Callejo) quedaría frente a nuestros ojos el Jou Grande, que nos separaría de la Vega del Urriellu a través de la Horcada de Cain, pero poco a poco, primero hay que subir hasta La Palanca para poder cruzar al otro lado, y la cantidad de rocas, pasos, gravilla y desnivel que tiene se las trae, aún así, subimos a tope y con ganas:





Y por fin, todo llega, arriba en el collado, separación entre la subida de Collado Jermoso y el Jou Grande, que nos presenta el Urriellu, nuestro destino al fondo, sin duda, nos espera un día largo, ahora toca bajar bastante para coger el camino que sube a Horcada de Caín, que se puede ver en la foto siguiente, también una foto para ver lo que hay a nuestras espaldas y otra en el cordal de la Palanca viendo por donde bajaremos al Jou Grande:




Después de un breve descanso para tomar aire y comer algo, iniciamos la bajada, será larga, tediosa algunas veces por la cantidad de piedras que encontraremos, pero muy interesante y entretenida buscando el mejor camino para afrontarla, que paciencia que ha tenido con nosotros Andrés, le estamos poniendo al límite, jajaja.





Y mientras que bajamos, yo a lo mio, a disparar a discreción a todo lo que veo, no tengo tiempo, xD, que paisajes, que inmensidad...


Arriba, el Urriellu y Horcada de Caín justo antes, donde tenemos que llegar...


Arriba Torrecerredo, algún día caerá, seguro...


Antes hablaba de inmensidad, en esta foto se puede apreciar parte de la misma...



Caminando, caminando, llegamos a la vía que sube a Horcada de Caín, no es una subida muy dura, pero el cansancio empieza a notarse, después del día anterior, y de lo que llevamos hasta ahora hace que la subida se complique, también ayuda la gravilla suelta del final, jeje

Pero llegar se llega, a todo se llega, y los entendidos del lugar, como así nos lo indica Andrés, hablan de que la Horcada de Caín es uno de los mejores sitios para ver el amanecer, porque el sol sale por detrás del Urriellu, nos podríamos quedar para verlo, pero va a ser que no. Aprovechamos para hacernos unas fotos y comer algo para enfocar la última parte de la ruta camino de la Vega de Urriellu, que parece que está cerca, pero no, todavía queda un trecho...





Sin duda, el resto de camino queda oculto ante la impresionante mole del Urriellu, y encima vemos como la nube sube y baja envolviéndolo, como siempre, aprovecho para que la estampa quede en unas fotos que recordar:









Y llegamos al refugio, donde ya habíamos estado antes, pero ahora para dormir, como refugio es bastante grande, y por accesibilidad esperábamos que estuviera lleno, como así iba a ser. Nuestra impresión del refugio fue muy buena, bastante amplio, incluyendo las camas, esta vez si que conseguimos dormir algo más, y quizás tuviera que ver la cena a base de fabada, muy rica también, por lo que se puede decir que la comida en ambos refugios fue más que notable, algo que no teníamos muy claro antes de empezar la ruta.

Y toca terminar el último día, llegando de nuevo a Fuente De, concretamente a la base superior del cable para bajar con el teleférico, la única comodidad que nos vamos a permitir. Pero antes hay que llegar, y aunque parte de la ruta (la última) la conocemos bien, el inicio y llegada hasta el Collado de Horcados Rojos promete emociones fuertes por la trepada que tendremos que hacer.

El día amaneció fresquito, lo que nos obligó a coger algo más de abrigo, aunque estando despejado lo volveremos a guardar en breve, iniciamos el camino para llegar a Jou de los Boches, lugar que siempre hemos visto desde el collado de Horcados Rojos, inmenso, y que esta vez íbamos a ver y pisar antes de dejarlo atrás trepando la torre de Horcados Rojos para llegar al collado.

El día también nos trae estampas muy chulas, como es ese mar de nubes en el primer Jou (Jou Sin Tierra) tras dejar el refugio:







Y tras caminar un buen trecho, esta vez con menos dificultad respecto a desnivel acumulado, llegaríamos al Jou de los Boches, desde donde se divisa Horcados Rojos y la trepada a realizar:





Con buen criterio, aunque a regañadientes por mi parte, Andrés me hizo guardar la cámara, me quería concentrado en la trepada, y bueno, contando Andrés con la ayuda de Eva, me quedé en minoría, tocó guardar la cámara y no tengo fotos de la trepada, bueno sí, alguna que saqué con el móvil al inicio de la misma, jajaja, en alguna foto se puede ver el cable que existe como apoyo, aunque en algunos tramos está roto:




Y como todo lo que empieza a subirse termina, pues eso, que al final llegamos a la parte superior:





Desde aquí, coser y cantar, ruta de vuelta al Cable, algo que ya habíamos hecho un par de veces, pero independientemente de ello, siempre con cuidado y con fotos, pues el paisaje lo merece:


La vista de Collado de Horcados Rojos hacia el Urriellu nunca defrauda, contemplando el abismo de Jou de los Boches bajo nuestros pies.


Ni que decir tiene, que la vista a nuestras espaldas no es moco de pavo, con el refugio de Cabaña Verónica brillando y con nubes muy cambiantes...



Una pausa que siempre viene bien para terminar de liquidar las existencias y tomar la ruta hacia el Cable...



Y en el Collado de Horcado Rojos siempre acompañados por los animalillos del lugar buscando comida...como me gusta el pajarillo mirándome jajaja


Nuevamente Cabaña Verónica, con mayor densidad de nubes esta vez...


Y el Pico Tesorero asomando a la izquierda del collado de Horcados Rojos, toca bajar ahora hacia El Cable, esto se termina...


Y ante el fin de la ruta seguimos contentos por todo lo realizado, una gran experiencia que nos quedaremos en la retina para siempre, alguien duda de ello viendo la foto anterior...




Y el paisaje, como decía antes, nunca decepciona, la bajada desde Horcados Rojos nos dejaba imágenes sorprendentes con las nubes...

Y tocó a su fin,  llegamos al Cable y bajamos con el teleférico, nos despedimos de Andrés, y a la Posada Máximo de Espinama para reponernos de todo.

Sin duda, agradecer la labor de Andrés de la Torre, quien nos ha guiado y sufrido a partes iguales durante estos días, contar con él fue todo un acierto para descubrir nuestros límites y poder disfrutar de Picos a lo grande, volveremos, jajajajaja

Y termino con una foto que muestra lo más importante de todo esto, recuperar todo lo perdido con las viandas del lugar, cocido lebaniego y cocido montañes, ¿alquien da más?












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